
Si trabajas en postproducción, hay una pregunta que tarde o temprano te toca responder: ¿Mac o Windows? Es casi un rito de iniciación en la industria. Como la eterna pelea entre Premiere y DaVinci, o si debes o no confiar en los proxys generados por alguien más. No hay una respuesta única, pero después de años en la industria, supervisando postproducción en cine, televisión y publicidad, tengo opiniones. Muchas.
Así que en este blog post vamos a desmenuzar los pros y contras de cada sistema desde un punto de vista práctico. Si esperas una conclusión objetiva e imparcial… bueno, quédate por la anécdota.
Mac en Postproducción
Pros
Todo está optimizado para funcionar en conjunto. macOS, los procesadores Apple Silicon, Final Cut, DaVinci, incluso las actualizaciones. La estabilidad es una de sus mayores ventajas: menos crashes inesperados cuando estás contra reloj.
ProRes integrado. En postproducción, especialmente en cine y publicidad, todo es ProRes. En Mac, puedes exportar y trabajar con estos archivos sin software extra. En Windows… es más divertido, en el sentido en que armar un mueble de IKEA sin manual es divertido.
Gestión de color superior. Si trabajas con monitores HDR o perfiles de color precisos, macOS te facilita la vida. Es un sistema diseñado para creativos, no para gente que quiere overclockear su GPU hasta que explote.
Ecosistema fluido. Si tienes un iPhone, iPad o cualquier otro dispositivo Apple, la integración es perfecta. Puedes empezar un rough cut en tu iPad, moverlo a tu Mac, mandarlo directo a tu cliente en un AirDrop y llorar cuando te pida cambiar la edición una vez más.
Contras
Precio. No hay manera elegante de decirlo: los equipos Mac son caros. Puedes armar un PC con el doble de RAM y almacenamiento por menos dinero.
Cero modularidad. ¿Quieres actualizar tu RAM? ¿Cambiar la GPU? Si compraste una Mac en los últimos años, la respuesta es no. Apple decide cuánto poder necesitas, y si no te alcanza… compra otro.
Menos compatibilidad con ciertos software. Adobe y DaVinci funcionan increíble en Mac, pero si tu trabajo depende de Houdini, Autodesk Maya o Unreal Engine, te va a hacer falta una buena tarjeta NVIDIA… y Mac no tiene soporte para eso.
Windows en Postproducción
Pros
Rendimiento por dólar. Puedes armar una workstation con más RAM, almacenamiento y potencia de GPU por el mismo precio que un MacBook Pro. Especialmente si trabajas con software que depende de NVIDIA CUDA, como Blender, Houdini o Nuke.
Flexibilidad de hardware. ¿Quieres más RAM? ¿Cambiar tu tarjeta de video? En Windows puedes hacerlo sin tener que vender un riñón por un nuevo equipo.
Mayor compatibilidad con software técnico. Si haces VFX, modelado 3D o renderizado, Windows es prácticamente el estándar.
Opciones de personalización infinita. Puedes ajustar absolutamente todo en Windows… lo cual es genial hasta que algo deja de funcionar y pasas la tarde buscando en foros de Reddit la solución.
Contras
Menos estabilidad. No es que Windows sea inutilizable, pero entre actualizaciones sorpresa y conflictos con drivers, es más probable que un error arruine tu día. Nada como abrir Premiere y que te diga que tu GPU dejó de existir.
ProRes es un dolor de cabeza. Puedes trabajar con ProRes en Windows, pero el soporte nativo es limitado y a veces necesitas convertir archivos antes de usarlos.
Gestión de color mediocre. No es imposible calibrar bien un monitor en Windows, pero el sistema no es tan intuitivo ni confiable como macOS.
Comparación de Hardware: Lo que Realmente Importa
Mac: Apple Silicon (M1/M2/M3) ha mejorado mucho el rendimiento, pero si necesitas tarjetas NVIDIA para renderizar en VFX, olvídalo. Mac Studio es la mejor opción para post, pero es caro.
Windows: Puedes elegir desde una laptop hasta una workstation con 256GB de RAM y múltiples GPUs. Si trabajas en DaVinci con RAW pesado o renders en 3D, Windows con una RTX 4090 es una bestia.
¿Qué Sistema es Mejor para Tu Trabajo?
Flujo de Trabajo | Mac | Windows |
Edición en Final Cut Pro | ✅ | ❌ |
DaVinci Resolve (Edición y Color) | ✅ (Apple Silicon) | ✅ (GPUs NVIDIA) |
Adobe Premiere & After Effects | ✅ | ✅ (Mejor con NVIDIA) |
VFX y 3D (Blender, Nuke, Houdini) | ❌ | ✅ |
Animación y renderizado | ❌ | ✅ |
Sonido y post de audio (Pro Tools, Audition, Fairlight) | ✅ | ✅ |
Trabajo colaborativo en estudios | ✅ (Ecosistema más estable) | ✅ (Mayor flexibilidad) |
Si trabajas en edición, color grading y sonido, Mac es una opción sólida por su estabilidad y optimización con software profesional. Pero si necesitas poder de procesamiento para efectos visuales y animación 3D, Windows te da más por tu dinero.
¿Y qué hay de Linux?
Antes de que los fans de Linux se sientan excluidos, aquí va su mención honorífica. Sí, Linux también es una opción en postproducción, aunque más bien en estudios de VFX y animación de alto nivel. Es estable, eficiente y tiene una comunidad de usuarios que pueden hacer funcionar absolutamente cualquier cosa… con suficiente paciencia y líneas de código en la terminal.
Si trabajas en una gran casa de postproducción como Weta o ILM, probablemente ya estás en un entorno Linux sin darte cuenta. DaVinci Resolve, Nuke y Blender funcionan de maravilla, y muchas herramientas de renderizado están optimizadas para este sistema. Ahora, si eres un editor freelance y crees que vas a correr Premiere en Ubuntu sin problemas… bueno, suerte con eso.
La realidad es que Linux es una bestia del rendimiento y la estabilidad, pero a menos que tengas un equipo de TI que lo mantenga funcionando, probablemente pasarás más tiempo en foros buscando cómo hacer que tu Wacom funcione que editando. Si disfrutas compilar tus propios códecs en lugar de simplemente instalarlos, adelante.
Interoperabilidad: Si Tienes Que Usar Ambos
A veces no puedes elegir. Si trabajas en equipo, probablemente recibirás archivos de ambos sistemas. Aquí algunos consejos:
ProRes en Windows: Usa ffmpeg o DaVinci Resolve para convertir.
Discos duros compatibles: Usa exFAT si necesitas que un disco funcione en ambos sistemas sin problemas.
Redes de trabajo mixtas: Si usas un NAS o servidores, asegúrate de que ambos sistemas tengan acceso sin problemas de permisos.
Conclusión
Si buscas estabilidad y facilidad de uso, Mac es una excelente opción.
Si necesitas potencia bruta y flexibilidad, Windows es el rey.
Si trabajas con VFX y renderizado 3D, NVIDIA en Windows es la mejor opción.
Si necesitas compatibilidad con ProRes, Mac te ahorrará dolores de cabeza.
En mi caso, uso ambos. Prefiero macOS para edición y color grading, pero cuando necesito potencia para VFX o 3D, una PC con una buena GPU sigue siendo insuperable. Al final, lo mejor que puedes hacer es elegir según tu flujo de trabajo y, sobre todo, asegurarte de que el sistema te haga la vida más fácil, no más complicada.
¿Necesitas ayuda con tu flujo de postproducción?
Elegir el hardware y software adecuado es solo una parte del proceso. Si estás buscando optimizar tu flujo de trabajo, integrar mejor tus sistemas o mejorar la interoperabilidad entre Mac y Windows en tu equipo, te puedo ayudar. Como consultor en postproducción, he trabajado con estudios, agencias y productoras para mejorar sus procesos y evitar cuellos de botella técnicos.
📩 Escríbeme para agendar una sesión y encontrar la mejor solución para tu proyecto.
También cuéntame en los comentarios: ¿Qué sistema usas y por qué? Me interesa conocer cómo trabajas y qué desafíos has enfrentado en la postproducción.
Comments