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Insights clave de la demo "Debunking HDR" de Steve Yedlin (Parte 1)

  • Foto del escritor: Daniel Bañuelos
    Daniel Bañuelos
  • 5 jun
  • 4 Min. de lectura


Introducción: Mitos cómodos, realidades incómodas

Llegué a la demo “Debunking HDR” de Steve Yedlin por una discusión en LinkedIn (sí, a veces sí sirven). No conocía la charla, pero cuando vi que generaba tanto revuelo entre colegas, decidí echarme un clavado.


Y no me sorprende. En el mundo de la post, especialmente en temas de color y HDR, hay muchas ideas que se repiten hasta volverse dogmas. Se enseñan, se heredan, se aplican a ciegas. Hasta que alguien como Yedlin aparece con una tabla, un espectrómetro y una sonrisa, y nos dice, con la calma de quien sabe lo que está haciendo:

“We've been bamboozled.” —Steve Yedlin

Y pues claro, las reacciones van desde el asombro hasta la indignación. Pero no por eso hay que sacar la antorcha. Al contrario, si trabajás en postproducción, esto es justamente lo que necesitamos: desafiarnos, aprender de nuevo, revisar cómo estamos pensando la imagen.


¿Quién es este tal Steve Yedlin?

Para quienes no lo ubican, Yedlin es el DP detrás de películas como Star Wars: The Last Jedi (La mejor de la saga), Looper y Knives Out. Es un tipo con ojo quirúrgico y una obsesión bastante saludable por entender (en serio) cómo se construyen las imágenes. No desde lo místico, sino desde lo técnico, lo matemático... pero siempre con sensibilidad estética.

En su demo en PhotoChem, frente a un grupo de colegas con “un ojo refinado para los matices del render fotográfico” (según él mismo), Yedlin lanza una provocación: lo que nos han vendido como HDR no necesariamente representa un avance. Al menos no como lo estamos usando.


El punto de partida: dos señales, una imagen

El primer acto de la demo es casi un truco de magia. Dos monitores Sony X310, calibrados a la perfección, lado a lado. Uno recibe una señal SDR (Rec. 1886), el otro una HDR (Rec. 2100). ¿Y qué pasa?

“Estos dos monitores se ven exactamente igual.” Steve Yedlin, con tono de “lo juro por mi cámara”

Y no es porque estén mal conectados. Es porque Yedlin ajustó cuidadosamente ambas señales para que, al ser interpretadas correctamente por los monitores, generaran la misma luminancia y cromaticidad. Resultado: la imagen, en ambos casos, se ve idéntica.

Entonces... ¿HDR no se ve “mejor”? ¿Dónde está el famoso “pop” de las highlights? ¿La mayor profundidad en los negros?

Bueno, ahí empieza el desmonte del mito.


Color Spaces ≠ Estilos visuales

Uno de los conceptos clave que desarma Yedlin es la idea de que los color spaces son estilos o looks. Spoiler: no lo son.

Un display color space, dice, es simplemente una unidad de medida.“Es cómo correlacionamos tres números (RGB) con luz física en el mundo real.”

Lo compara con medir una habitación en pies o en metros: no cambia la habitación, cambia la regla con la que lo mides. Y si haces mal la conversión, no es culpa del sistema métrico. El error es tuyo.


Percepción relativa: el secreto que olvidamos

Uno de los pasajes más importantes de la demo es cuando Yedlin nos recuerda que el ojo humano no percibe luminancia absoluta, sino relaciones de contraste.

“Nuestro sistema visual se adapta a la luminancia general y percibe el contraste relativo. De hecho, no puedes apagar esa adaptación.” —Steve Yedlin

Y da varios ejemplos para ilustrar el punto: desde cartas de color hasta la Mona Lisa. Esto significa que la obsesión con alcanzar “más nits” como símbolo de calidad visual es, en muchos casos, mal enfocada. O directamente sin base científica.


Rec. 1886 vs. Rec. 2100 ¿pelearán a dos de tres caídas?

No, en realidad no. Según Yedlin, ambos color spaces pueden representar la misma imagen, si se hace la conversión correctamente. Lo que cambia entre ellos no es la capacidad artística, sino la forma en que codifican luminancia:

  • Rec. 1886 (SDR): usa una escala relativa.

  • Rec. 2100 (HDR): usa una escala absoluta, medida en candelas por metro cuadrado (nits).

Y acá surge uno de los grandes problemas. Según Yedlin:

“Están literalmente prescribiendo que cada pixel de tu imagen tenga un brillo físico específico —sin importar si lo estás viendo al sol o en una sala oscura.” —Steve Yedlin

O sea, como si el colorista también decidiera la potencia de tus focos y si abres la ventana o no. Poco realista, por decirlo suave.



¿Entonces el HDR está mal?

No necesariamente. Lo que está mal es cómo lo estamos usando y entendiendo. Como dice Yedlin, el hardware actual (monitores, proyectores) es una maravilla:

“Sin peros. Es simplemente genial.”

El problema es el software, los estándares mal aplicados, y las suposiciones que nos vendieron con ellos.

Por ejemplo, la idea de que “SDR es 100 nits” es falsa. El documento original (Rec.1886) no fija un valor absoluto para el blanco. Lo único que dice es que los valores son proporcionales. Así que ese “SDR = 100 nits”... es puro folklore técnico o cómo diría Shakira: "Hay mentiras que nos hieren de verdad... hay mentiras que por años nos han hecho tanto daño..."


Hasta aquí por ahora...

La charla de Yedlin va mucho más allá de lo que cubrí en este post. Conceptos como scene white, cómo convertir correctamente entre SDR y HDR, y por qué deberíamos reclamar el control autoral sobre el contraste relativo, se abordan con una claridad envidiable.

Pero no quiero resumir todo en un solo artículo. Así que por ahora, lo dejo acá.


📩 La próxima semana publicaré la Parte 2, donde seguiremos metiéndonos en este fascinante —y a veces irritante— mundo del HDR.


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🎥 Y si quieres ver la demo completa de Yedlin, acá te dejo la liga:🔗


Nos leemos pronto.

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©2024 Daniel Bañuelos

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